Camping en el Algarve

El Algarve es el destino perfecto tanto para los habitantes de Portugal como para los europeos, en particular los españoles. En efecto, esta región se sitúa a unas dos horas en coche de la ciudad de Sevilla, a tres horas de Cádiz, a tres horas y media de Córdoba y a cuatro horas de Málaga. Además, la región es fácilmente accesible desde toda Europa por avión gracias al aeropuerto de Faro. Es el destino perfecto si quieres cambiar de aire sin tener que viajar al otro lado del mundo. Con tu pareja, tu familia o tus amigos, te aconsejamos visitar esta región por la belleza de sus paisajes así como por la tranquilidad que puede ofrecer. Si decides pasar tu estancia en un camping en el sur de Portugal, cerca del mar, tendrás la oportunidad de tener fácilmente acceso a los mejores platos de la gastronomía española. En efecto, muchos de los platos portugueses se componen de productos del mar como los mariscos o el pescado. No puedes visitar Portugal sin probar un delicioso bacalao, las sardinas o los mariscos frescos. Si te gusta lo dulce, aunque no es la especialidad de la región el pastel de Belém te gustará seguramente.

Descubre Portugal como nunca lo has visto

Entre los diferentes sitios de interés que cuenta la región, te aconsejamos visitar la ciudad de Faro. La capital de la región del Algarve dispone de numerosos edificios históricos que seducirán a los amantes del patrimonio. El Arco da Vila, la capilla de los huesos (con su construcción hecha de miles de huesos humanos), la Igreja do Carmo y el teatro Lethes valen la pena tomar un momento para visitarlos. Por su proximidad con el mar, la ciudad de Faro dispone también de un parque natural, de playas e islas que permitirán a los aficionados del senderismo y de la naturaleza descubrir paisajes diferentes y preservados. Si te gustan los paisajes brutos, las playas escondidas, los acantilados y las aguas turquesas, te aconsejamos ir a la ciudad de Lagos, al oeste de Faro. Unos paisajes paradisíacos te esperan para disfrutar de vacaciones relajantes y tranquilas en un lugar privilegiado, lejos del ruido de la ciudad.